¿Promueve el GDF a quienes protestan contra la Iglesia Católica?
La Arquidiócesis Primada de México se ha inconformado por un incidente el lunes pasado (5 de agosto de 2011) en la Catedral Metropolitana por insultos, improperios y blasfemias contra la memoria de Juan Pablo II.
En Primero Noticias se reporta esta inconformidad expresada por la Arquidiócesis señalando a la activista Julia Klug, quien ha protagonizado actos de este tipo.
La Arquidiócesis dijo que la mujer actuó, al parecer, con el beneplácito del secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, a quien responsabilizó de cualquier suceso violento que pudiera ocurrir ante más afrentas, y remató: «una vez más, pone de manifiesto el odio del PRD por la iglesia y sus creencias más sagradas…»
La respuesta del Gobierno del DF en voz del Secretario de Gobierno, José Ángel Ávila hoy mismo (El Universal, 6 de agosto de 2011):
El gobierno del DF reprobó las aseveraciones hechas por el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, sobre la supuesta vinculación de las manifestaciones de Julia Klug que realiza al exterior de la Catedral Metropolitana.
A todo esto yo ayer saliendo de la Misa en Catedral pasé exactamente frente a la manifestación de Julia Krieg. Me queda claro que para el Gobierno, en especial el de la Ciudad de México, siempre es delicado este tipo de temas, no puede ni debe censurar y debe evitar en la medida de lo posible el enfrentamiento entre posturas. Si bien el Gobierno debe garantizar la libertad de expresión, si se comprueba lo señalado por la Arquidiócesis se vería como una autoridad que promueve el odio hacia un credo, tan respetable y válido como todos los credos.
Me llamó la atención el tono de la ofensa de los manifestantes y su actitud provocadora. Había una clara intención de ofender a los fieles que esperaban entrar a la Catedral. Palabras altisonantes, burlas, provocaciones, juicios…. Eran unos pocos manifestándose y cientos de fieles formados para entrar a la Catedral a profesar su fe. Estas personas recibieron por altavoz y en imágenes una serie de insultos y provocaciones a las que francamente no respondieron, su interés por ingresar a la Catedral no se mermó en lo absoluto. Pero ahí estaban formados recibiendo insultos por su fe, por su derecho a creer, que es en mi opinión uno de los más fundamentales que tenemos como personas.
Sueño con una comunidad que aplauda credos ajenos y los respete, los ame, los valore… pero este sueño está muy lejos de la realidad, el encono hacia quienes profesan la Fe Católica se promueve, por una minoría eso me queda claro, pero se promueve, ahí está. Estoy segura que si estos insultos fueran contra cualquier otro credo, serían reprobados por la sociedad toda. Tiene usted derecho a no profesar una fe, a inculparla de lo que usted quiera, a decir lo que usted quiera, pero ¿Por qué ofender e insultar a quienes la profesan? Si no nos respetamos el mínimo derecho a tener credos distintos, ¿Qué nos respetamos? Respetar nuestras expresiones y la libertad a manifestarnos no puede estar completa si no nos respetamos el derecho al credo ajeno.
Yo estaba exactamente ahí y tomé fotos. Me llamó la atención que hubiera una valla de policías del GDF protegiéndolos. Quizá para no generar más incidentes, para evitar enfrentamientos innecesarios. Cada quién sacará sus conclusiones:
Los obstáculos a la universalización de la política social en el Distrito Federal
Si la política social del DF se quiere usar como bandera política para campañas venideras, es necesario revisarla con cuidado.
Hace algunas semanas el Jefe de Gobierno criticó la política social del Gobierno Federal y consideró necesario modificarla para incrementar la inversión en educación pública y en salud.
Ebrard considera que la política social del Gobierno Federal está basada en una línea ideológica y estratégica para administrar el extremo de la pobreza. Para el Jefe de Gobierno el ideal de política social debiera considerar un sistema de protección social y cobertura universal en esas materias.
Destacó, que a diferencia de la política social federal, en la Ciudad de México desde hace 13 años se decidió integrar un programa con una lógica de universalidad por grupo de población y al mismo tiempo incrementar la inversión educativa pública y en salud, para lograr objetivos de cobertura muy por encima de América Latina y reducir la desigualdad. El Jefe de Gobierno presume un sistema…extenso de protección comunitario en la capital, mismo que alcanza una cobertura de 5.5 millones de ciudadanos de los nueve millones que viven en la ciudad.
Evidentemente Ebrard está buscando posicionarse en el ámbito federal con temas locales para perfilarse a la elección de 2012. Sin embargo en este planteamiento para universalizar la política social, en específico la de Salud, hay diversas consideraciones, en específico lo relativo a la calidad del servicio que ofrece el Gobierno de la Ciudad. Apenas hace un año que el Secretario de Salud, Armando Ahued declaró que los servicios de salud del Distrito Federal se encuentran sobresaturados y han registrado un incremento de 20% en su demanda por la atención a nuevos desempleados, así como por la puesta en marcha de programas sin que se hayan asignado recursos adicionales.
El Titular del ramo en la capital, comentó que los despidos de trabajadores han generado la inscripción de 350 mil usuarios en hospitales y centros de salud del gobierno local. A esto se suma la aprobación de leyes que han obligado en el último año y medio a la Secretaría de Salud local (SSDF) a operar nuevos programas con la misma cantidad de recursos. Esta sobrecarga, según Ahued en una Comparecencia ante la ALDF “se ha traducido en falta de insumos”, y señaló que todas las leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa no consideran recursos extra: “Nos dieron más encargos, pero no hubo un solo peso de más, y hemos tenido que distraer recursos de otros programas”.
Es correcto hablar de universalizar la política de salud, sin embargo esa es todavía una aspiración en la Ciudad en materia de servicios de carácter local, no es una realidad efectiva que el Jefe de Gobierno pueda utilizar como bandera de precampaña.
Respecto a la pobreza en la Ciudad, y respecto de las declaraciones del Jefe de Gobierno, la SEDESOL respondió revelando que en los últimos años la pobreza alimentaria en el Distrito Federal aumentó más de cinco por ciento del nivel nacional que se registró por la crisis económica. Sería interesante encontrar las causas de este aumento de la pobreza alimentaria a pesar del enorme gasto social en la Ciudad.
Los Gobiernos Federal y el local tienen criterios distintos para medir la pobreza y su enfoque parte de visiones distintas, en eso no se equivoca el Jefe de Gobierno. A nivel nacional la tendencia es a focalizar los recursos, es decir, medir la pobreza con diversos indicadores y establecer los criterios ya sea individuales o territorializados para dar un beneficio social a quien más lo requiere. En el caso de la política social del Distrito Federal se busca universalizar derechos, por eso el Secretario Ahued señala que las leyes que garantizan los derechos sociales no han contemplado el factor de los recursos.
No se trata de generar un debate interminable de quién tiene la razón en la visión práctica de la política social. Lo importante es que podamos generar un criterio de medición único, a nivel nacional, aceptado por todos, que nos dé parámetros válidos de avance en la materia y que la política social de todos los niveles, independientemente de sus criterios de aplicación, sea complementaria para lograr los mismos fines, un mejor desarrollo humano.